EL INICIO
La historia, que todo registra y nada olvida, marca el inicio de lo que sería la expropiación del petróleo mexicano. ¡Vamos al reencuentro con Páginas de la Historia! ¡Bienvenidos!
Todo comenzó
en 1935 cuando las empresas petroleras, en manos de capital extranjero,
trataron de impedir la formación de sindicatos y usaron para ello todos los
medios que estuvieron a su alcance, tanto lícitos como ilícitos. Aun así, se
logró, en cada compañía petrolera, crear sindicatos únicos, pero las
condiciones de trabajo entre una y otra eran muy diferentes.
Finalmente,
el 27 de diciembre de 1935 nació el Sindicato Único de Trabajadores Petroleros,
no sin vencer una serie de trabas legales, particularmente en Tamaulipas y
Veracruz.
El 29 de enero de 1936, este sindicato se incorporó al Comité de
Defensa Proletaria, del cual surgiría, al mes siguiente, la Confederación de
Trabajadores de México (CTM).
El 20 de
julio de ese año, el Sindicato Único de Trabajadores Petroleros llevó a cabo su
primera convención, en la cual formuló un proyecto de contrato general con
todas las compañías y emplazó a huelga para exigir su cumplimiento.
El
presidente Lázaro Cárdenas intervino para mediar ante las compañías y así
intentar lograr la firma de este contrato. Tras un acuerdo, se aplazó la huelga
por cuatro meses, que se prolongaron aún dos más. Todo fue inútil, pues no se
llegó a ningún acuerdo con las compañías petroleras y el 28 de mayo de 1937
estalló la huelga, lo que paralizó al país entero al no despacharse gasolina
por doce días.
Ante tal
conflicto, el presidente Cárdenas hizo un llamado a la cordura y la huelga se
levantó en tanto no se emitiera un fallo. Las compañías declararon que se
encontraban con problemas financieros y no podían cumplir con las demandas de
los trabajadores.
Se decidió
entonces investigar al respecto. El 3 de agosto, una comisión de peritos dio a
conocer su conclusión: "la industria petrolera mexicana produce
rendimientos muy superiores a la de Estados Unidos".
Tal decisión
molestó a los empresarios petroleros, quienes amenazaron con retirarse de
México y llevarse todo su capital. Asimismo, las cosas se complicaban pues ante
el emplazamiento a huelga, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje no
emitía su fallo y los meses seguían corriendo. Esto trajo como consecuencia un
paro general de 24 horas, el 8 de diciembre, en protesta por el retraso.
Diez días
después, la Junta emitió su fallo a favor de los trabajadores, lo cual
significaba que las empresas petroleras deberían pagar 26 millones de pesos de
salarios caídos de la huelga de mayo; hecho que no acataron, y se ampararon
ante la Suprema Corte de Justicia.
El 3 de
marzo de 1938 fue un mal día para los dueños de las compañías petroleras, pues
la Suprema Corte de Justicia les negó el amparo, lo que además los obligaba a
elevar los salarios y mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores.
LA EXPROPIACIÓN.
Tras la
molestia de los dueños de las compañías, el presidente Lázaro Cárdenas ofreció
mediar ante el sindicato para que aceptaran el pago de los 26 millones de pesos
y no de 40 millones, como lo exigían.
Según las
narraciones de algunos testigos, el presidente ofreció a las compañías
petroleras que si pagaban los 26 millones de pesos, la huelga se levantaría.
"¿Y quién garantiza que así será?, se le preguntó; "Yo, el presidente
de la República", contestó; y con sarcasmo, uno de los empresarios le
cuestionó: "¿Usted?". Entonces, el presidente Cárdenas, de pie, cortó
la plática secamente: "¡señores, hemos terminado!".
Ese acto de
desconfianza fue lo que finalmente generó que el presidente Lázaro Cárdenas decidiera
poner fin a tan largo conflicto y anunciar la expropiación petrolera.
Fue así como
el 18 de marzo de 1938, a las ocho de la noche, el presidente Lázaro Cárdenas
estaba reunido a puerta cerrada con su gabinete al que le anunció su decisión
de expropiar la industria petrolera. Dos horas después, en todas las estaciones
de radio de la República, la hizo pública al pueblo de México.
El acto
produjo una honda impresión en todo el país; la expropiación se llevó a cabo un
viernes, y rápidamente se fue advirtiendo el apoyo de la opinión pública. El 23
de marzo hubo en la ciudad de México una enorme manifestación de respaldo que,
según citan las crónicas periodísticas, superaba las cien mil personas.
De igual
forma, el 12 de abril hubo una manifestación muy peculiar frente al Palacio de
las Bellas Artes. Millares de mujeres de todas las clases sociales llevaron su
cooperación para pagar la deuda petrolera.
La
expropiación era resultado de una cadena de hechos que habían puesto en
entredicho la soberanía del país y por ello esta decisión llenó de júbilo al
pueblo de México.
Créditos del
audio
Guion: área
creativa del CECOM
Locución: Carmen
Inés Delgado y Juan Manuel Guzmán
Operación técnica:
Lázaro Palma Salaya
Realización:
Juan Manuel Guzmán
Producción radio UJAT 107.3 FM. de la Universidad Juárez Autónoma
de Tabasco.
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