Muchas personas que han
estado a punto de morir, ya sea por un accidente o por una grave enfermedad,
suelen cambiar radicalmente su forma de vida una vez restablecidas.
Aseguran
que superar una situación cercana a la muerte equivale a nacer de nuevo y que
no merece la pena vivir una vida que no les satisface.
Lejos de parecer algo común,
a la hora de hacer balance, una gran parte de la población mundial no está satisfecha
con la vida que ha desarrollado. Los motivos de esta insatisfacción, además,
suelen ser casi siempre los mismos.
Este artículo fue escrito
por Bonnie Ware, una mujer que durante muchos años ha trabajado en una unidad
de cuidados paliativos, atendiendo a enfermos terminales. Su trabajo, titulado
“Regrets of the dying“, algo así como “Los lamentos de los moribundos”, recoge
los cinco motivos más comunes de arrepentimiento de aquellos que están a punto
de morir y que se ha encontrado a lo largo de su vida:
2.-"Desearía no
haber trabajado tan duro": Es el lamento más frecuente entre los pacientes
de sexo masculino, que desearían haber pasado más tiempo junto a su familia, cuidando
de sus padres, viendo crecer a sus hijos, en lugar de en su puesto de trabajo.
3.-"Desearía haber
tenido el coraje para expresar mis sentimientos": Aquellos que reprimieron
sus sentimientos para no enfrentarse a quienes los rodeaban se lamentan de
haberse conformado con vivir una existencia mediocre y amargada, en la que no
eran ellos mismos.
4.-"Desearía
haberme mantenido en contacto con mis amigos": Al igual que muchas
personas se arrepienten de haber descuidado a sus amigos, es muy frecuente
lamentar no haber cuidado lo suficiente de aquellas amistades verdaderamente
importantes. Lamentablemente, cuando se está muy cerca de la muerte es
imposible recuperar el tiempo perdido.
5.-"Desearía
haberme permitido ser más feliz": Se trata de un reproche
sorprendentemente común que se hacen aquellas personas que prefirieron
engañarse a sí mismos y continuar con unas existencias en las que ya no eran
felices, en lugar de enfrentarse a su miedo a cambiar de vida.
Para quien está en su
lecho de muerte, hacer balance sin pensar en lo que los demás puedan pensar de
él, puede resultar un ejercicio muy frustrante.
Para todos los que todavía
están a tiempo de cambiar sus vidas, puede ser una buena forma de corregir lo
necesario para, llegado el momento, morir satisfechos con su existencia.
Texto tomado de: www.abc.es
4 comentarios:
He querido dejar un comentario de esos, lapidarios, pero no me sale, o no quiero. Es un tema muy delicado y que espero que nos llegue lo más tarde posible y que vivamos una vida plena y llena de salud. Un saludo.
Muy Interesante este articulo y si, es verdad que los que han o estan cercanos a la muerte piensan muchas de estas cosas. A si es pues que antes de estar en esta situacion tratemos de dar lo mejor y abramos a saber recibir lo que nos brindan sin medirlo.
Muchas Gracia Juan Manuel Por tus reflexiones! Un Abrazo, Alexa
De acuerdo estoy con tu comentario mi estimado Pascual, tan delicado es este tema que cuando estuve en el umbral, no perdí mi ateísmo pero si pensé en dios como opción, aunque no oré.
Por lo pronto mi amigo poeta, que tu vida sea prospera y llena de dones par los tuyos.
Querida Alexa gracias por estar tan cerca en estos momentos difíciles de mi existencia. ¡Larga vida para ti y Daniel.
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