


El águila tiene un lugar muy especial en la vida cotidiana de los antiguos mexicas o aztecas porque formó parte de su compleja estructura social y religiosa. Parada sobre un nopal y en actitud de devorar a una serpiente, el Águila representa el momento de la fundación de la gran ciudad de México-Tenochtitlan en 1325. Esta escena fue presagiada par varios sacerdotes indígenas, quienes afirmaron que la honra y la gloria de esta ciudad jamás podrían ser borradas.

Los mexicas creían que el sol, el dios que daba la luz y la vida, se convertía en águila para salir a cazar estrellas. Esta majestuosa ave volaba a diario de oriente a poniente, combatía a la noche y renacía victoriosa; pero, para lograrlo, tenía que alimentarse de la tuna, el fruto del nopal, que a su vez representaba para ellos el corazón del hombre.

Conozcamos un poco más del origen de nuestro escudo nacional y celebremos con júbilo que aun tenemos país.

Créditos
Jaime Rosique y Guadalupe Guillen
Colaboración; Lorenzo Cue, Arnulfo López y Jenny Matías
Realización: Juan Manuel Guzmán para radio UJAT de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco

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