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"La Dama y la Muerte"
Cioran decía: "Mi razón se tambalea ante todo lo que debe llegar. No es lo que me espera, es la espera en sí, es la inminencia como tal, todo lo que me roe y me espanta. Para hallar un simulacro de paz necesito aferrarme a un tiempo sin mañana, a un tiempo decapitado."
No existe en el mundo nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo, el ser humano conoce el bien y el mal, pecado y virtud, justicia e infamia; pasa por el nacimiento y la muerte, por la alegría y el dolor, el cielo y el infierno; y al fin reconoce que está en todo y todo está en el.
Nada escapa al gran ciclo de la vida, cada ser hace su parte, nunca hubo un tiempo en que no existió. El fin y el principio son sueños, sin nacimiento, sin muerte y sin cambios. El espíritu permanece eterno. La muerte no le afecta aunque parezca su morada.
Ahora apunta el día y la lámpara que ilumina su oscuro rincón se apaga. Ha llegado la llamada y está dispuesta para el viaje.
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