Leona Vicario es una
de las mujeres más importantes de la historia de México. Gracias a su apoyo en el proceso de independencia, hoy en día es conocida como 'La Madre de la Patria
Mexicana'.
Esta heroína dejó de lado su aristocrática ascendencia, con una economía privilegiada, financió con su propia fortuna el movimiento insurgente. Además de sus actividades políticas, fue periodista y poeta.
En 1812
decidió unirse al grupo de insurgentes “Los Guadalupes”. Junto a ellos luchó
contra el ejército realista español hasta la saciedad, llegando a ser arrestada
en diferentes ocasiones.
Leona quedó huérfana
cuando aún era menor de edad: su padre murió cuando ella era apenas una niña;
su madre, cuando Vicario tenía 17 años. Gracias a la posición económica de su
familia, recibió una educación privilegiada, a la que, en esa época, sólo
tenían acceso los hombres.
Como miembro de Los Guadalupes, un grupo al que también
perteneció Ignacio López Rayón, apoyó de forma notable a Mariano Matamoros y
José María Morelos. Este apoyo consistió en distribuir correspondencia rebelde,
prestar su casa como punto de reunión, ayudar a las familias de los presos y
reclutar a jóvenes para la lucha armada.
Como periodista colaboró en el “El Ilustrador Americano”,
“Semanario Patriótico Americano” y “El Federalista” por este hecho varios
historiadores la consideran la primera periodista del país. Sus escritos los
firmaba como Enriqueta. Publicó informes en clave para los insurgentes y tomó
nombres de personajes literarios para referirse a ellos, cuando su afiliación
independentista fue descubierta, se le confiscaron bienes y fue recluida en el
convento de Belén de las Mochas, donde tiempo después se fugó 42 días después
con la ayuda de insurgentes disfrazados de oficiales virreinales, logró escapar
rumbo a Tlalpujahua, Michoacán, donde contrajo matrimonio con Andrés Quintana
Roo, el joven del que se enamoró desde 1811.
Don Andrés Quintana Roo fue su compañero, amante y esposo.
Hombre de pensamiento político-poeta-abogado, en el orden que sea. Respetado por
amigos y enemigos, un caballero por la Independencia de México quien siempre
contó con el apoyo y valentía de su señora esposa.
Leona dio a luz a su
primera hija: Genoveva, en una cueva localizada en Achipixtla, situada en la
Tierra Caliente. A su segunda hija la llamaron Dolores, en honor a la villa en
la que Miguel Hidalgo inició la lucha de independencia.
Sus bienes nunca los recuperó, pero consumada la
Independencia, fue recompensada en 1822 con la entrega de una hacienda en
Ocotepec, en los llanos de Apan y dos casas en la ciudad de México.
La “Benemérita y
Dulcísima Madre de la Patria” fallece el 21 de agosto de 1842, en la Ciudad de
México. Sus restos descansaron primero en el Panteón de Santa Paula; el 28 de
mayo de 1900 fueron trasladados junto con los de su esposo Andrés Quintana Roo,
a la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores, donde
permanecieron hasta su traslado a la Columna de la Independencia en 1925 y de
donde se extrajeron para restauración en el 2010.
La vida de doña Leona y su esposo don Andrés son de una
peripecia perfecta: matrimonio, conspiraciones, independentistas, insurgencia,
claustro por castigo, huidas, parir en una cueva, indultos del virrey y
establecidos en 1818 en la ciudad de México, aparentemente en calma. A finales
de los años 20 fue declarada ¡La mujer
fuerte de la Independencia!
Créditos del audio
Guion: Centro de Comunicación
Locución: Dunia Rodríguez
Realización: Juan Manuel Pérez Guzmán
Producción: Radio UJAT 107.3 FM de la Universidad Juárez
Autónoma de Tabasco.
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