El gran Legado de Pedro María Anaya
fue La defensa de México ante un ejército invasor. Este militar mexicano ocupó
en dos ocasiones la presidencia de la República de 1847 a 1848. También tuvo
una importante participación durante la guerra contra los Estados Unidos en
1847.
Por ello se le rinde homenaje con
su nombre a través de calles, colonias y escuelas e incluso una estación del
metro en la Ciudad de México y en el Metro de Monterrey, Nuevo León.
Vamos a conocer un poco más de
este ilustre mexicano.
Pedro María Bernardino Anaya Álvarez,nació el 20 de mayo de 1795 en San Mateo de Huichapan, un pueblo localizado en el hoy estado de Hidalgo. Sus padres fueron Pedro José Anaya y Maldonado y María Antonia de Álvarez, ambos españoles.
Pedro María Bernardino Anaya Álvarez,nació el 20 de mayo de 1795 en San Mateo de Huichapan, un pueblo localizado en el hoy estado de Hidalgo. Sus padres fueron Pedro José Anaya y Maldonado y María Antonia de Álvarez, ambos españoles.
Huchipan de Hidalgo |
Comenzó su carrera militar en el Ejército Real Español en 1810 a los 16 años, como cadete en la compañía de Tres Villas. En junio de 1821 se unió al ejército insurgente peleando hasta la Independencia del Imperio Español. Participó en todas las contiendas internas ocurridas en el país, además de defender el territorio nacional en el intento de reconquista español de 1829.
Participó apoyando movimientos independentistas en Centroamérica. En 1821 se adhirió al Plan de Iguala.
Los vaivenes políticos lo
dejaron sin empleo y al borde de la miseria desde la segunda mitad de la década
de 1830 hasta 1845, cuando su amigo y antiguo compañero de armas José Joaquín
de Herrera llegó a la presidencia y lo nombró secretario de Guerra y Marina,
cargo que desempeñó por muy poco tiempo, pero que le permitió salir de la
oscura posición en que se encontraba. Después ocupó un escaño en la Cámara de
Diputados.
Presidente interino
Presidente interino
Durante la Intervención
estadounidense en México, el general Pedro María Anaya era presidente del Congreso
y su actuación al principio de la guerra fue incierta y vacilante, hasta que
fue nombrado presidente interino de la República en sustitución de Antonio
López de Santa Anna.
Como presidente hizo enormes
esfuerzos para conseguir fondos para el ejército, organizó nuevas corporaciones
militares y trató de unir la voluntad nacional en defensa de la Patria. Pero
después de la derrota de Cerro Gordo, en Veracruz. Santa Anna regresó a México
a hacerse cargo de la conducción de la República y a dirigir la defensa de la
capital, por lo que el general Anaya recibió el mando de dos batallones que
debían de defender el Convento de Churubusco.
Correspondió a su persona combatir a los invasores en el convento de Churubusco, defendiéndolo en la Batalla de Churubusco, que tuvo lugar en el entonces Exconvento de Santa María de Churubusco, hoy Museo Nacional de las Intervenciones.
Correspondió a su persona combatir a los invasores en el convento de Churubusco, defendiéndolo en la Batalla de Churubusco, que tuvo lugar en el entonces Exconvento de Santa María de Churubusco, hoy Museo Nacional de las Intervenciones.
En la defensa de este bastión,
localizado en el sur de la Ciudad de México, fue apoyado por el Batallón de San
Patricio, formado por irlandeses católicos desertores de las filas
estadounidenses. Defendido a sangre y fuego con lo que tuvo, ocasionando
pérdidas importantes al ejército invasor.
Después de una heroica resistencia el ejército mexicano comandado por el General Pedro María Anaya y dado que se agotó el armamento, se vieron obligados los mexicanos y sus aliados irlandeses a luchar hasta con sus puños y bayonetas, hasta su rendición.
Después de una heroica resistencia el ejército mexicano comandado por el General Pedro María Anaya y dado que se agotó el armamento, se vieron obligados los mexicanos y sus aliados irlandeses a luchar hasta con sus puños y bayonetas, hasta su rendición.
Cuando al fin entraron las tropas estadounidenses, al mando del general David E. Twiggs, éste le preguntó al General Anaya por las armas, pertrechos, municiones, a lo cual el general le contestó: ¡Si hubiera parque, no estaría usted aquí! La batalla fue importante no solo por la victoria estadounidense, sino que hizo posible el ganar la Guerra Mexicana-estadounidense, pero también por la participación histórica del Batallón de San Patricio.
Fue capturado y vio el final
de la guerra como prisionero de guerra de los estadounidenses, y posteriormente
fue liberado. Más tarde, volvió a ocupar interinamente la presidencia de México
entre 1847 y 1848.
El general Pedro María Anaya murió
el 21 de marzo de 1854, debido a una neumonía fulminante.
Créditos del audio:
Créditos del audio:
Guión: área creativa del CECOM
(Centro de Comunicación)
Locución: Guadalupe Álvarez
Osorio.
Voces: Arnulfo López, César Augusto Ávalos Guitar.
Corrección de estilo: Aurora
Palafox León
Realización: Juan Manuel Pérez
Guzmán para RADIO UJAT 107.3 FM de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
Les invito para que escuchen el
audio “Pedro María Anaya, ilustre hidalguense. Podcast: ¡Paginas
de la Historia!
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